La producción de hormonas de crecimiento, las cuales estimulan el crecimiento de los niños, y que ayudará a mantener los tejidos conectivos y los músculos en los adultos, depende de los correctos ciclos de sueño. El sueño provoca la producción de las hormonas del crecimiento. La secreción máxima llega alrededor de las 11 PM, en el supuesto que la persona se durmió antes de las 10 PM.
La secreción máxima llega alrededor de las 11 PM, en el supuesto que la persona se durmió antes de las 10 PM.
Si el niño está con trastornos del sueño, la producción de hormonas del crecimiento disminuye drásticamente y con ello su efecto directo en el crecimiento.
1- Disminuir la hiperestimulación lumínica en las horas cercanas a la hora de dormir
2- Ayuno tecnológico. La desconexión de todo lo tecnológico puede hacerse pausada y así tendrá menor resistencia por parte de su hijo.
Ejemplo: Semana 1: 30 minutos antes de dormir
Semana 2: 60 minutos antes de dormir
Semana 3: de 9 PM a 5 AM
Semana 4: de 7 PM a 7 AM
3- Horas de sueño. La idea es llegar a un mínimo de 8 horas en dependencia de la edad. Niños más chicos requerirán un poco más. De igual forma que con la desconexión, puede hacerlo de forma pausada.
4- Rutina diaria. Además de incluir el disminuir la estimulación lumínica y el ayuno tecnológico, podría incluir otro tipo de actividades que le funcionen a su familia, como podría ser un baño con agua tibia antes de acostarse o antes de cenar, un masaje con alguna sustancia relajante como la lavanda, entre otras.
5- Colchón. Se supone que se deben cambiar cada 6 años, pero dependerá de otros factores como edad del niño, peso, posturas al dormir, calidad del colchón, étc.
Converse con su pediatra si considera que existe alguna alteración del sueño en su hijo. No solo los malos hábitos de sueño influyen en un mal dormir, también existen patologías y desórdenes funcionales que lo interrumpen.
Y no olvidar que estas hormonas no solo influyen en el crecimiento de los niños, sino también en la mantención de la musculatura en adultos!!
Un sueño reparador no es un lujo, es una función de nuestro organismo que nos ayuda no solo a crecer sino también en nuestras funciones metabólicas, a depurar y reparar.